
El georadar, es un método geofísico no destructivo que permite localizar todo tipo de utilidades enterradas, como tuberías, cables, grietas, cavidades o huecos, humedad, agua, vestigios arqueológicos y fosas clandestinas para la actividad forense.
La técnica Georadar de Penetración Terrestre (GPR), consiste en la emisión de pulsos de radar (radiación electromagnética) para obtener imágenes del subsuelo. Es un método basado en el uso de ondas electromagnéticas en una banda de frecuencias de los 10-1000 MHz. Su principal ventaja radica en que las señales son relativamente cortas y el ancho de banda puede ser generado y radiado al subsuelo para detectar variaciones anómalas en las propiedades dieléctricas de los distintos materiales geológicos, así como elementos de origen antropogénico y otros elementos de obras civiles alojados en el subsuelo.
La resolución mejora al incrementarse la frecuencia de transmisión de la señal del radar. Es común utilizar diferentes frecuencias de transmisión en un mismo estudio. Por ejemplo, en condiciones óptimas, antenas de 1000 a 500 MHz son capaces de penetrar entre 0.5 a 5 metros con resoluciones de 0.5 a 5 cm, mientras que en el mismo material, antenas de 300 a 80 MHz alcanzarían profundidades de 10 hasta los 15 metros, pero con una resolución de 150 a 100 cm únicamente.
Se basa en la transmisión de ondas electromagnéticas; una parte de la onda electromagnética se refleja cuando alcanza un límite entre dos materiales con diferentes propiedades eléctricas. La señal reflejada se graba en un detector superficial, en forma digital y se observa en forma gráfica para identificar las variaciones que se presentan en el subsuelo.
Los pulsos emitidos pueden ser de diferentes frecuencias, las más utilizadas en georadar son:
-
50-100 Mhz para profundidades mayores a 10 metros.
-
250 Mhz para utilidades mixtas entre 1 y 5 metros.
-
500 Mhz para utilidades mixtas entre 1 y 3 metros en alta resolución.
-
1000 Mhz para escaneo de concreto en alta resolución entre 0 y 1 metro.
-
1500 Mhz para escaneo en zonas pequeñas, paredes o pisos.
La mayoría de las configuraciones son del tipo carro de empuje, aunque podemos tambien utilizar de "arrastre" o de mano para escanear pilotes de concreto, paredes y pisos en general.
El odómetro es una parte muy importante del georadar, ya que permite asociar lo escaneado con una longitud determinada, al moverse el equipo en la superficie.
El georadar se puede utilizar en configuración simple o en array, permitiendo abarcar una zona mayor en cada pasada, por ejemplo en el caso de una calle.
Principio básico de funcionamiento del georadar: Se basa en 2 antenas, una emisora y la otra receptora. La emisora envía un pulso radioeléctrico al subsuelo, ésta rebota y es leida por la receptora.
Al pasar por alguna utilidad, el radargrama genera una hipérbola, lo que nos dá la señal de que tenemos abajo algo enterrado.




